lunes, 26 de noviembre de 2007

El galeon San Felipe

Dicen los astronomos que hace 5 siglos en el cielo podian verse 100 veces mas estrellas que hoy en dia. Noches que el progreso nos ha privado de disfrutar.

Situemonos entonces en una noche oscura y estrellada como esa, el 2 de Agosto de 1588, a bordo de la galeaza San Felipe, y dejemos que nuestra imaginacion haga el resto.

Al norte de las Gravelinas, Francia, tuvo lugar uno de los incidentes navales mas olvidados por la historia durante la derrota de la mal conocida como Armada Invecible. Una batalla sobrevalorada por la historiografia inglesa, que avida de heroicidades no dudo en encumbrar al pirata Francis Drake a uno de los altares del Olimpo ingles.

Aquella noche, y tras un accidente (quizas un sabotaje) en uno de los mejores galeones españoles, el caos y la incertidumbre hacen mella en la flota española y se pierde la formacion defensiva. Cada barco huye en su "salvese quien pueda" particular, y algunas de las galeazas quedan rezagadas en la huida. Mucho mas lentas no pueden seguir el ritmo de los galeones y quedan atrapadas en el cañoneo ingles.

La noche cae sobre el Mar del Norte y Don Felipe Curzo, capitan del San Felipe divisa con su catalejo las velas de los galeones españoles a la huida. Se ha quedado solo. Sus 520 hombres se mecen al compas de las olas esperando a la muerte en forma de galeones ingleses. Reza cuanto sabe. El mar esta totalmente en calma, algo extraño para esas fechas.
Los hombres preparan sus armas en cubiertas. Otros duermen en las literas que cuelgan 4 pisos por debajo de sus pies. Don Felipe suda a pesar de que la temperatura en cubierta no supera los 5 grados. Tira su gaban de gala y pone sus manos sobre el timon, maldiciendo su suerte.

Pasan las horas. Espera que los 128 remeros esten descansados para cuando llegue el momento, pues no confia demasiado en el viento. 17 embarcaciones con banderas inglesas se acercan. Ni una mas ni una menos. Don Felipe calcula que en menos de una hora cerca de 150 cañones amenazaran al San Felipe. El barco que debia pasar desapercibido entre los 137. Y que sin embargo no lo ha hecho. Solo Don Felipe conoce el secreto que se esconde en la bodega. Un secreto que en apenas minutos descansara en las profundidades de las costas francesas por los siglos de siglos.

Entonces uno de los galeones ingleses se acerca al San Felipe. El capitan lo observa con miedo pero tambien con envidia. Es un barco esbelto, solido, con un diseño innovador y un velamen nunca visto en las costas cartaginesas que lo vieron crecer. Don Felipe entiende que infravaloraron a los ingleses. Esos piratas dominaran los oceanos para siempre. Sabe que por mucho que España domine las tacticas de infanteria, sus posesiones allende los mares correran siempre peligro.

El galeon se para a menos de 50 metros de nuestro protagonista. Un joven pelirrojo de no mas de 15 años sube a uno de los mastiles de estribor, y en un castellano muy malo, le dice al capitan que entreguen las armas y se preparen para el abordaje. Que mejor ser esclavo que estar muerto. Que su rango le dara privilegios.

El capitan piensa en la suerte de los 520 hombres que estan a sus ordenes. Piensa en el San Felipe y su secreto. Sabe que el sobrevivira y recibira un tratamiento digno en tierras inglesas. Pero tambien sabe que la historia no le perdonara. Que la historia solo recuerda a los valientes que murieron defendiendo sus ideales y las vidas de otras personas. Sabe perfectamente que si no se rinde muchos, todos quizas, de sus hombres moriran esta noche, o victimas de las heridas recibidas en combate. Sabe que no puede vencer a 17 galeones ingleses, y que su unica salida es la huida. La unica posibilidad reside en los brazos de esos 128 galeotes que antes de subir a su barco no eran mas que reos en carceles de España. Bribonzuelos y ladrones que aceptaron esta empresa porque no tenian nada que perder y si mucho que ganar.

Felipe Curzo sigue pensando. Entonces toma la decision mas importante de toda su vida.

Con una señal ordena al mejor arcabucero del barco que dispare al mensajero. Y al instante todos los arcabuceros españoles limpian la cubierta del barco ingles.

La oscura noche del 2 de Agosto de 1588 huele a polvora. A mar. A sangre inglesa fresca.

REMEN con todas sus fuerzas, POR DIOS Y POR ESPAÑA!!!

Los 16 galeones ingleses restantes se ponen en formacion. El capitan debe pensar rapido. Iremos a contraviento. Coge el timon con decision y pone rumbo a la costa. Su unica oportunidad es esquivar a los galeones ingleses mas cercanos a la playa.

El resto es historia. 260 de sus hombre murieron por heridas de bala. Pero lo consiguieron. Todos fueron trasladados al galeon Santa Elena y de alli a España. Felipe Curzo sabe que hizo lo correcto. Si Alvaro de Bazan viviera estaria orgulloso de él. Nuestro capitan no llegó a puerto y murio de disenteria camino de su Cartagena natal. Nunca sabremos que hubiera ocurrido si el secreto del San Felipe hubiera caido en manos inglesas.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Es magnifico la cantidad de detalles.
He llegado hasta esta narración buscando el galeon "San Felipe" de la ultima epoca de los Austrias. Estuvo haciendo la ruta Mejico Filipinas: era tal su capacidad de ataque que nunca intervino en una batalla, dejando las rutas comerciales de la zona libres de piratas.

poli dijo...

Ten en cuenta que hubo varios San Felipe e incluso un Real Felipe en el siglo XVIII, no puede haber dos barcos en un pais que se llamen igual al tiempo, pero sí cuando desapareces, se hunden, etc...
Felicitaciones al narrador, una narración muy bonita, se hace hasta corta.